domingo, 13 de noviembre de 2011

Puente de los Santos 2011. La Rioja

Como ya he comentado en otros post hay una casa rural en La Rioja que nos gusta especialmente, como hacía tiempo que no pasabamos por allí y el puente eran 4 días decidimos aprovecharlo para visitar a nuestros amigos de La Baldufa.

Cuando se lo dijimos a los enanos encantados, ellos tambien tienen allí una amiga (La Exploradora Grande) y se lo pasan en genial.

De camino esta vez paramos en Garray, teníamos intención de visitar Numancia pero se nos hizo tarde, así que para la próxima, nos contentamos con visitar el aula arqueológica que está muy chula y se ve en 10 minutos, comimos en un restaurante de por allí, en el que cogian Tickets Restaurant y nos hicieron comida para la Pequeña Exploradora (Pochas guisadas, exquisitas), despues estuvimos dando una vuelta por el río, aunque son dos, se juntan el Duero y el Tera, impresionante la poca agua que llevaban.
Desde allí tiramos derechos a Munilla, el paisaje impresionante. Una vez que llegamos, los enanos se quedaron jugando y ya no hubo forma de sacarlos de allí, nosotros subimos los trastos a "nuestra" habitación y luego aprovechamos para tomar un café con los mayores.

Además los pequeños empezaron a planificar una fiesta de Halloween y nosotros una visita al Hayedo de Zarzosa para el día siguiente.

La visita al Hayedo genial como siempre que vamos por allí, no voy a poner fotos porque quiero hacer un monográfico del otoño en ese hayedo con fotos de varios años, el domingo llegamos prontito aprovechando el cambio de hora, ibamos cinco, porque se vino con nosotros la Exploradora grande.

Esta vez conseguimos subir más arriba que las otras, supongo que porque los niños son más grandes, ya no llevabamos carro y sobre todo porque como el río bajaba casi vacio pudimos cruzarlo sin problemas, aunque ya hemos encontrado un camino por el que solo se le cruza una vez y por un sitio fácil, así que a la próxima aunque lleve mucha agua no nos para.

Nos sorprendió un señor que nos encontramos que preguntó por una ermita, le dijimos que creiamos que no era por allí y se dió la vuelta porque andar por andar no le iba ....., a nosotros no nos pareció andar por andar, caminamos, disfrutamos del colorido de hayas y robles, cogimos enebros con los crios, encontramos dos setas y un acebo.... hicimos un pic-nic, en fin cosas muy sencillas pero que a nosotros nos gustaron.

Despues de comer, bajamos dando un paseo y volvimos a merendar a la casa, que según la Pequeña Exploradora, es más bonita que la suya, despues de merendar fuimos al nevero de Munilla recién arreglado había algunas vistas curiosas, tanto mientras se subia, como una vez arriba:


 Una vez bajamos, ya casi era de noche, así que una breve parada en el dinosaurio-minicolumpio y a casita, que la cena de Jordi nos estaba esperando.

Al día siguiente el plan era menos interesante para los niños, pero la Exploradora grande decidió venirse con nosotros.
A primera hora fuimos a Arnedo al factory de Gorila/Fluchos a comprar zapatos para pequeños, y al polígono del calzado a seguir comprando zapatos/deportivas para ellos.
Una vez terminamos tiramos para Alfaro, la idea era pasar primero por la oficina de turismo que se suponía que había un centro de interpretación de Los Sotos de Alfaro y un mirador de cigüeñas, pero como era lunes estaban ambos cerrados, ahí empezó la pequeña odisea, era como la una, pero con el cambio de hora los crios tenían hambre, como estabamos en el centro del pueblo pensamos que sería algo fácil. Dimos una vuelta y no encontramos nada, una segunda y tampoco.
Ya preguntamos a un señor que andaba por allí, nos mandó al casino o algo así en la plaza principal, allí no daban comidas nos mandaron a un hotel relativamente cercano, allí el comedor estaba cerrado y otro señor nos mandó a una cafetería (Los faroles) donde finalmente pudimos comer bien, barato y con comida sin huevo para la niña incluida (pochas guisadas).
Desde allí nos fuimos a la reserva, ya pensabamos que Alfaro estaba poco preparado para el turismo, pero al perdernos en llegar a los Sotos por la mala indicación terminó de confirmarnoslo.
Eso sí una vez allí genial, son muy bonitos y agradables de pasear, primero fuimos en el sentido del rio por un camino inundable con mucho arbolado y alguna cosa más
Despues estuvimos en un mirador donde Miniviajero nos dejó a todos alucinados, cuando llegamos había dos hombres, uno con prismáticos y una mochila muy interesado en los pájaros.
Miniviajero tambien llevaba sus prismáticos y se puso al lado del señor a mirar los pájaros muy intresado también y empezaron a hablar, y nos dejaron a todos a cuadros.
Resulta que el señor era una especie de vigia del Ebro, se ocupaba de contar aves que permanecian, que pasaban por allí, de ver si subia o bajaba el rio y cosas de esas, y los dos charlando de pájaros (nosotros alucinábamos), el hombre decía que cuantos años tenía que qué bien que estuviera tan interesado. El caso es que acabó por dejarle una guia, que él con su lectura incipiente (está en 1º de Primaria), se sentó en un banco a leer en voz alta.
Increible, en casa nos cuesta que lea cuentos y él se pone por su cuenta a leer la guía ....
Dios, ayuda y la promesa de que le compraríamos la guia consiguieron sacarle de allí (ahora duerme con ella), la visita a dado como resultado que Miniviajero quiere ser ornitólogo, pero no de mayor sino desde ya ...
Una vez paseados los sotos nos volvimos a Munilla, porque era la noche de Halloween, como habían estado preparando cosas estaban ansiosos, los niñosse disfrazaron y montaron su minifiesta, nosotros tuvimos cena especial de otoño con unos dulces caseros de postre (panellets) que estaban de muerte.
Luego un ratito de tertulia y a dormir que se nos acababa el puente.
La mañana pensabamos dedicarla a ver Numancia, pero nos costó bastante sacarlos de la casita  de "Ainhoa y Jordi", cuando casi lo habíados conseguido descubrimos que Miniviajero había estado jugando con la Exploradora Grande en un saco de tierra y estaba de barro hasta las orejas, así que hubo que cambiarle de ropa, de zapatos y de todo.
Así que al final no llegamos a tiempo de visitar Numancia, segumios camino y comimos en un hotel en Almazan, pero como he tardado en escribir el post se me ha olvidado como se llamaba .... le prepararon dos comidas a la Pequeña Exploradora, primero la pedimos uno de sus favoritos "Gambas al ajillo", avisamos de la alergia y de que eran para la niña, pero se les fue la mano con la guindilla y la niña no las quiso (el caso es que no picaban mucho pero a ella no la gustaron), y nos ofrecieron hacerla lo que quisieramos aunque no estuviera  como tal en la carta, finalmente la prepararon filete de pollo con patatas fritas y comió divinamente.
Voy a dar por finalizado el post, porque como siempre ando fatal de tiempo y me estoy eternizando.